El fiscal general de Morelos, Uriel Carmona, quien ha sido vinculado a proceso por su presunta participación en el caso de Ariadna Fernanda ha acusado de persecución política contra él. El proceso judicial se basa en las pruebas presentadas por la fiscalía, que indican la posible responsabilidad de Carmona en la desaparición de la joven.
Previo a la vinculación del proceso, este viernes, días antes de que el abogado de Uriel Carmona tuviera acceso a la carpeta de investigación, el diario digital sinembargo.mx, filtró copias del expediente al cual declaró tiene acceso, en donde se aprecian en imágenes presentadas por el medio con una resolución ilegible y con aparentes errores de edición gráfica, supuestas conversaciones de WhatsApp entre Carmona Gándara y Raúl Israel Hernández Cruz, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Morelos, el empresario Teodoro Ernesto Lavín Sodi y el Alcalde panista de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado.
De acuerdo con el medio de comunicación se estima que estas conversaciones fueron interceptadas por la fiscalía y que demuestran actividades realizadas por el fiscal, sin embargo de acuerdo con informacion abierta, estas conversaciones podrian ser falsas.
WhatsApp no puede y no produce el contenido de los mensajes de sus usuarios en respuesta a solicitudes gubernamentales. El contenido de todos los mensajes enviados a través de WhatsApp está protegido por protocolo de cifrado “Signal” que asegura los mensajes antes de que salgan de tu dispositivo, lo que garantiza que solo tú y la persona con la que te estás comunicando puedan escuchar o leer lo que estás enviando, y nadie más, ni siquiera WhatsApp. El contenido de los mensajes solo se guarda en tu teléfono (y, si lo eliges, en el almacenamiento de copia de seguridad en la nube para tu teléfono).
(Fuente WhatsApp)
A nivel internacional es conocido que ningún gobierno tiene acceso al contenido de los mensajes de WhatsApp, en algunos casos agencias de investigación gubernamentales americanas han logrado obtener información de la localización de los dispositivos con WhatsApp usando un mecanismo llamado “pen register and trap and trace” que permite ver la hora y ubicación aproximada de los dispositivos, pero no sus contenidos.
En su centro de transparencia Meta Platforms, Inc. previamente llamada Facebook, Inc. quien es propietaria de WhatsApp, admite que recibe rutinariamente solicitudes de distintas agencias gubernamentales para obtener información de su plataforma de mensajería WhatsApp, sin embargo, indica que no es posible proporcionar el contenido de los mismos toda vez que ni siquiera ellos tienen acceso, lo cual pone en entredicho las supuestas pruebas del expediente presentadas por este medio.
Si bien gobiernos de distintos países han buscado desarrollar un mecanismo para tener acceso a los mensajes al introducir y proponer leyes para que de manera legal permitan a WhatsApp proporcionar las conversaciones de sus usuarios, es hasta ahora desde un punto de vista técnico imposible, como la propia empresa WhatsApp inc. lo ha declarado.
Por otro lado, cabe realizar el cuestionamiento sobre la filtración de un expediente de tan alto perfil antes incluso, de que el propio acusado tenga acceso al mismo. Si bien existen herramientas para falsificar conversaciones de whatsapp entre personas, fabricar información relacionada con una investigación en curso es un delito.
Este caso pone en evidencia la necesidad de fortalecer los mecanismos de control y supervisión en las instituciones encargadas de la procuración de justicia, así como de promover una cultura de honestidad y ética entre los servidores públicos. La sociedad exige garantizar que las instituciones actúen de manera imparcial y exhaustiva para esclarecer los hechos y en su caso sancionar a los responsables.
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