A más de dos semanas desde que comenzó el plantón en el Zócalo de la Ciudad de México, la tensión entre los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y las fuerzas de seguridad sigue en aumento. Este miércoles, se registraron incidentes violentos en las cercanías de la Secretaría de Gobernación, donde se llevan a cabo negociaciones clave para resolver el conflicto magisterial.
Los enfrentamientos ocurrieron en la sede de Bucareli, marcando un punto de inflexión en las interacciones entre la CNTE y la policía, que hasta ahora se habían mantenido relativamente tranquilas. Los primeros reportes indican que estos choques coincidieron con nuevas reuniones dirigidas por la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, lo que subraya la complejidad de la situación.
Durante el fin de semana pasado, el gobierno había mostrado optimismo al afirmar que avanzaba hacia un acuerdo con la mayor parte de los manifestantes. Sin embargo, los grupos más firmes dentro de la CNTE han decidido continuar con el plantón y los bloqueos en diversas arterias de la capital mexicana. Además, el martes por la noche, se anunció la llegada de nuevos sectores sindicales procedentes de Zacatecas y Guerrero, quienes se han unido a las exigencias de los protestantes en el centro histórico de la ciudad.
La situación es fluida, y la espera por una solución efectiva se vuelve cada vez más urgente. Este conflicto no solo afecta a los educadores, sino que también interfiere en la vida cotidiana de miles de ciudadanos que transitan por las calles de la capital. La continuidad de las negociaciones y el contexto de la protesta son temas que ocupan la atención de todos los sectores de la sociedad.
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