Un portavoz de la compañía confirmó la posición de Diess que la presencia de Tesla y otros en Alemania aumentaba la urgencia de la transición a los vehículos eléctricos, pero negó que se hubieran hecho cálculos específicos sobre cuántos puestos de trabajo podrían perderse en el proceso.
“No hay duda de que tenemos que abordar la competitividad de nuestra planta en Wolfsburgo en vista de los nuevos participantes en el mercado”, dijo el portavoz de Volkswagen, Michael Manske, señalando a Tesla y a los nuevos fabricantes de automóviles chinos que están incursionando en Europa.
“Tesla está estableciendo nuevos estándares de productividad y escala en Grünheide”, dijo, refiriéndose a una fábrica de Tesla en construcción cerca de Berlín que en su capacidad máxima producirá entre 5,000 y 10,000 automóviles a la semana, más del doble de la producción alemana de vehículos eléctricos de batería en 2020.
“El debate está en marcha y ya hay muchas buenas ideas. No hay escenarios concretos”, dijo Manske.
La declaración de Diess fue reportada por primera vez por el periódico Handelsblatt.
Un portavoz del consejo de trabajadores de Volkswagen dijo que, aunque no comentaban si Diess había hecho esas declaraciones, “una reducción de 30,000 puestos de trabajo es absurda y sin fundamento”.