En Huatulco, específicamente en la Bahía de Tangolunda, se encuentra un campo de golf que, a pesar de contar con una suspensión concedida a su propietario, sigue sin actividades. Esta medida cautelar fue otorgada debido a que el desarrollo del campo de golf no contaba con los permisos necesarios por parte de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para operar.
El empresario Salinas Pliego, dueño del campo de golf, se vio obligado a detener las actividades en el lugar a raíz de esta suspensión. Sin embargo, la falta de documentación que respalde el proyecto ha generado incertidumbre sobre su futuro. A pesar de que se ha mencionado la posibilidad de regularizar la situación, hasta el momento no se ha llegado a un acuerdo definitivo.
Esta situación ha generado preocupación entre los habitantes de la zona, así como entre las autoridades locales y ambientales. El impacto ambiental que podría generar la operación de un campo de golf sin los permisos correspondientes es un tema que preocupa a la comunidad. Por eso, es fundamental que se sigan los procesos legales establecidos para garantizar la protección del entorno natural de la región.
En resumen, la suspensión concedida al campo de golf en Huatulco ha detenido temporalmente sus actividades, pero aún quedan interrogantes por resolver en torno a la regularización de su funcionamiento. La importancia de respetar las normativas ambientales y legales en este tipo de proyectos es fundamental para garantizar la sostenibilidad y el equilibrio con el entorno natural.
Esta nota contiene información de varias fuentes en cooperación con dichos medios de comunicación