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Bielorrusia, el principal aliado de Rusia en la región, ha ofrecido las primeras explicaciones de lo ocurrido en la madrugada de este miércoles con la entrada de drones rusos en el espacio aéreo de Polonia. Los canales de comunicación que aún siguen abiertos entre la OTAN y Bielorrusia han evitado, según esa versión, una crisis mayor tras el derribo de los drones rusos por parte de las fuerzas militares polacas en el marco de la invasión rusa de Ucrania.
El primer viceministro de Defensa de Bielorrusia, Pável Muraveiko, ha defendido que los drones rusos que cayeron en Polonia se habían extraviado por la intensa guerra electrónica —actuaciones destinadas tanto a sabotear los sistemas de defensa rivales como a proteger las infraestructuras críticas propias— que afecta a todo el este de Europa. Según las autoridades de Minsk, sus fuerzas notificaron a las defensas de Polonia y Lituania “el acercamiento a sus respectivos países de aeronaves desconocidas” y destruyeron varias de ellas antes de que cruzasen al espacio de la Unión Europea.
El choque se produce apenas dos días antes de que Bielorrusia y Rusia inicien unas maniobras militares masivas junto a la frontera polaca. Mientras las autoridades rusas guardan silencio sobre el incidente, Bielorrusia ha intentado calmar a Europa con este mensaje. Su primer viceministro de Defensa ha dado explicaciones a través de un vídeo, aunque ha eludido mencionar de dónde procedían los drones abatidos sobre Polonia. Según Varsovia, todos eran de fabricación rusa.
“Durante el intercambio nocturno de ataques con drones entre Rusia y Ucrania, la defensa aérea bielorrusa rastreó los aparatos que se habían desviado de su rumbo debido a los medios de guerra electrónica de ambas partes”, ha argumentado Muraveiko. El Gobierno bielorruso explica que estuvo en contacto con los ministerios de Defensa de Polonia y Lituania desde las 23.00 del 9 de septiembre hasta las 4.00 de hoy 10 de septiembre.
“Para ser justos, cabe señalar que la parte polaca también informó a las fuerzas bielorrusas sobre la aproximación de aeronaves no identificadas desde el territorio ucranio a su frontera”, ha añadido Muraveiko.
Las autoridades de Minsk han enfatizado la importancia de los canales de comunicación que todavía siguen abiertos con los países de la OTAN en plena invasión de Ucrania. “El intercambio de información sobre la situación aérea es un componente importante para garantizar la seguridad en la región en general y contribuye al fomento de la confianza”, han resaltado.
Maniobras en la frontera
El incidente ocurre en vísperas de que comiencen este viernes, junto a la frontera polaca, los ejercicios militares rusos Zapad 2025. Estas maniobras conjuntas con Bielorrusia se desarrollarán del 12 al 16 de septiembre. Oficialmente participarán unos 13.000 militares, aunque esta cifra podría ser inferior a la real. En el 2021, año previo a la invasión de Ucrania, Moscú informó de la participación “activa” de 12.800 militares en Bielorrusia, aunque al mismo tiempo señaló que sus maniobras sumaron en total 200.000 tropas.
En cualquier caso, Rusia probará en este entrenamiento el despliegue de su misil balístico Oréshnik, cuyo uso contra Ucrania en diciembre de 2024 provocó conmoción entre los aliados.
“El propósito [de estos ejercicios] es que [Vladímir] Putin intente demostrar que aún es fuerte, que la guerra en Ucrania no les ha afectado realmente, pero no creo que sea cierto”, señala el teniente general retirado Lance Landrum en un análisis de estas maniobras publicado por el Centro de Análisis de Políticas Europeas (CEPA).
El militar pone especial énfasis en el monitoreo del espectro electromagnético durante estos ejercicios, tanto de sus interferencias como de las frecuencias utilizadas por rusos y bielorrusos. De hecho, la guerra electrónica rusa ha convertido en una rutina los problemas de geolocalización de los aviones comerciales que sobrevuelan los países próximos a Rusia. La propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, denunció haber sufrido este problema al volar la pasada semana de Polonia a Bulgaria.
Aunque las autoridades rusas han guardado de momento silencio sobre lo ocurrido en Polonia esta madrugada, sus canales de propaganda saltaron al unísono con una teoría de la conspiración que culpaba al Gobierno ucranio de haber cometido un ataque de falsa bandera con drones rusos capturados. Nadie de sus blogueros proguerra ni expertos oficiales contemplaba un posible desvío de sus drones por error, como terminó apuntando su aliada Bielorrusia.
No obstante, al mismo tiempo que proclaman la supuesta inocencia de Moscú en este incidente, los propagandistas rusos reconocían su culpa en casos similares anteriores y agregaban que Europa no necesita ninguna excusa para una escalada.
“El dron que se estrelló en Estonia no causó tanta alergia. Antes volaron otros drones, por ejemplo a Rumania, y no les importó mucho. Un misil ucranio mató a dos polacos, y nada. Parece que los europeos han descubierto cómo influir en Trump y arrancarlo del encanto de Vladímir Putin”, escribe en su canal de Telegram el corresponsal de guerra Alexánder Kots.
“Todo lo que [los polacos] podían hacer, ya lo hicieron hace mucho tiempo, y todo lo que quieren hacer lo harán sin el pretexto de los drones”, remarca por su parte el canal Fighterbomber, vinculado a las fuerzas aéreas rusas.
Esta nota contiene información de varias fuentes en cooperación con dichos medios de comunicación.
			








			


















