En una reciente controversia política, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, salió en defensa de Roberto Canseco, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quien enfrenta una demanda de Ecuador por presuntas irregularidades en la compraventa de una pieza arqueológica.
López Obrador calificó la demanda como una “desfachatez”, argumentando que Canseco es un experto reconocido en su campo y que la pieza en cuestión fue adquirida de manera legal. El presidente también señaló que México cuenta con leyes e instituciones para proteger el patrimonio cultural y arqueológico, y confía en que la situación se resolverá de manera favorable para Canseco.
La postura del mandatario mexicano ha generado opiniones encontradas en la opinión pública, con algunos sectores respaldando su defensa a Canseco y otros cuestionando si se está dando un trato especial debido a la relación laboral de Canseco con el gobierno.
En medio de esta polémica, es importante recordar la importancia de respetar los procesos legales y permitir que las autoridades competentes investiguen y resuelvan el caso de manera imparcial. Mientras tanto, Canseco tendrá que enfrentar las consecuencias de esta demanda y demostrar la legalidad de sus acciones en la adquisición de la pieza arqueológica en disputa.
En última instancia, esta situación pone de manifiesto la complejidad de conservar y proteger el patrimonio cultural en un contexto globalizado, donde las transacciones internacionales pueden dar lugar a conflictos legales y disputas que trascienden las fronteras nacionales.
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