Ante las nuevas formas de financiamiento y digitalización en procesos bancarios, Ana Botín, presidenta de Banco Santander, pidió un piso parejo para competir contra las empresas de tecnología financiera (fintechs) que están surgiendo en todo el mundo.
La propuesta de la banquera es que las fintechs estén obligadas a compartir sus datos de pagos o infraestructura en todos los países donde operen, similar a las actividades de un banco tradicional.
“No estamos pidiendo ningún favor, queremos poder competir justamente y creo que eso puede ser posible”, externó durante su participación en el Foro Económico Mundial 2021.
Hasta ahora solamente ciudades y países como Singapur, Abu Dhabi, Hong Kong, Australia, Malasia, Reino Unido, Canadá o México, cuentan con un marco regulatorio para las fintechs.
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La mayoría de estas legislaciones surgieron en 2016, ante la creciente ola de pagos digitales y nuevos servicios crediticios para el público en general.
Este tipo de empresas se caracterizan por ofrecer créditos a cualquier persona o empresa a través de un dispositivo móvil, los cuales también suelen tener tasas de interés más bajas o plazos más accesibles respecto a un banco comercial.
Para Botín, la digitalización representa una oportunidad de crecimiento, así como para reforzar el sistema financiero y aumentar la inclusión financiera a gran escala. No obstante, esta transición debe darse de manera ordenada en el mediano plazo.
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