En una propuesta presentada recientemente, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sugirió que los estados del país deberían contar con un fondo de reserva para hacer frente a desastres naturales. La propuesta, que se ha planteado como una medida preventiva para proteger a los ciudadanos en caso de desastre, ha generado un debate entre los expertos y la población en general.
La idea de tener un “guardadito” en cada estado para hacer frente a los desastres naturales parece tener sentido a primera vista. En un país como México, donde las inundaciones, los terremotos y otros fenómenos naturales son relativamente comunes, contar con un fondo de reserva podría agilizar la respuesta y ayudar a minimizar los daños causados por estas situaciones.
Sin embargo, algunos críticos argumentan que esta propuesta puede ser insuficiente para hacer frente a la magnitud de los desastres naturales. Señalan que, en muchos casos, los daños causados por estos fenómenos sobrepasan la capacidad de respuesta de un solo estado y requieren del apoyo del gobierno federal y de la solidaridad nacional.
Además, existe cierta preocupación sobre la gestión y el uso adecuado de estos fondos de reserva. Algunos expertos temen que puedan ser utilizados de manera incorrecta o desviados para otros fines, lo que podría debilitar la capacidad de respuesta en situaciones de emergencia reales.
En definitiva, la propuesta del presidente López Obrador de establecer un fondo de reserva en cada estado para hacer frente a desastres naturales plantea una medida preventiva interesante. Sin embargo, es importante considerar su viabilidad, gestión eficiente y coordinación con las autoridades federales para garantizar una respuesta efectiva en casos de desastre. El debate sobre esta propuesta continuará, y será necesario evaluar cuidadosamente los pros y los contras antes de tomar cualquier decisión al respecto.
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