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En una antigua fábrica textil de los años cuarenta, donde alguna vez el sonido de las máquinas marcaba el ritmo de la producción, hoy se escuchan las voces de actores, directores y creativos que dan vida a una de las producciones más esperadas del año: Los hilos del pasado.
La nueva telenovela de José Alberto “El Güero” Castro, no sólo promete emocionar al público con una trama cargada de secretos, pasión y reencuentros, sino también deslumbrar con su propuesta estética.
El productor, reconocido por su impecable atención al detalle, decidió recrear el taller de moda de Carolina Guillén, personaje interpretado por Yadhira Carrillo, en una locación que rebosa historia: una ex fábrica ubicada en la colonia Atlamaya, en la alcaldía Álvaro Obregón. El espacio, hoy convertido en recinto para eventos, fue transformado en un verdadero templo de la moda televisiva.
CONSTRUYÓ UN UNIVERSO VISUAL
José Alberto Castro compartió con informacion.center la minuciosidad con la que su equipo abordó esta recreación. “En estos talleres, Carolina trabaja con su director creativo, evalúan las tendencias que marcan a la mujer actual para diseñar vestuarios, revisan las telas que mejor se acomodan a los bocetos”, explicó el productor, quien no dejó ningún hilo suelto en la construcción del universo visual.
El espacio principal, conocido ahora como El Telar, conserva la estructura original de la fábrica: techos altos, vigas de acero y ventanales que filtran la luz como si el tiempo se hubiera detenido.
Allí, entre mesas de corte, rollos de tela y maniquíes, se respira un aire de creación y memoria. “Todas las máquinas de coser y los equipos son reales”, enfatizó Castro, subrayando su apuesta por el realismo y la autenticidad. La escenografía fue levantada en un tiempo récord.
“El montaje se hizo en diez días, pero el proceso más complicado fue hacer todo el mobiliario”, confesó el productor, orgulloso del resultado.
Y es que no se trata sólo de un set, sino de un personaje más dentro de la historia, un reflejo tangible del alma de Carolina Guillén.
“Hemos tratado de darle mucha calidad, mucho realismo a todos los elementos que rodean a Carolina Guillén en su universo, su área de trabajo, para que luzca en pantalla”, concluyó Castro.
Es así como entre hilos, agujas, lentejuelas y plumas, Los hilos del pasado entrelaza arte, moda y melodrama para recordarnos que, en la televisión mexicana, la pasión por contar historias sigue viva… y bien vestida.
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