En un reciente acuerdo que podría cambiar la experiencia de los asistentes a eventos masivos, se ha decidido poner fin a la venta de pulseras cashless y las comisiones que estas conllevaban. Este movimiento surge de la colaboración entre la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y la empresa OCESA, un líder en la organización de eventos y conciertos en México.
El uso de pulseras electrónicas en conciertos y festivales se había vuelto una práctica común, simplificando la transacción de pagos y eliminando la necesidad de llevar efectivo. Sin embargo, el incremento en las comisiones por el uso de estos dispositivos generaba descontento entre los consumidores, quienes expresaban su frustración por los cargos adicionales que debían asumir. Dicha situación motivó la intervención de Profeco, con el objetivo de proteger los derechos de los consumidores y promover prácticas más justas en el ámbito del entretenimiento.
A partir de este acuerdo, los asistentes a eventos ya no estarán obligados a pagar tarifas adicionales al utilizar estos instrumentos de pago. Esto representa un cambio significativo para los festivales y conciertos que dependen de sistemas cashless, ya que el costo acumulado de estas comisiones había sido un obstáculo que limitaba la accesibilidad a la experiencia de los eventos.
El movimiento es parte de una tendencia más amplia en la que las organizaciones están buscando mejorar las condiciones de los consumidores, algo especialmente relevante en un contexto donde la transparencia y la equidad en las transacciones comerciales son cada vez más valoradas. Con este nuevo enfoque, se espera que la satisfacción de los espectadores aumente y que la asistencia a eventos masivos crezca, al eliminar la preocupación sobre costos ocultos o tarifas inesperadas.
Además, es importante considerar que esta decisión no solo implicará un alivio económico para los consumidores, sino que también podría influir en las futuras negociaciones entre empresas organizadoras de eventos y las entidades reguladoras. La implementación de modelos más equitativos podría convertirse en una norma, incentivando la competencia en el sector y beneficiando a todos los involucrados.
En un mundo donde la digitalización y las soluciones financieras están en constante evolución, la eliminación de comisiones por pulseras cashless representa un paso hacia la modernización y la atención a las necesidades del consumidor, consolidando la idea de que la experiencia del usuario debe ser la prioridad en cualquier sector. A medida que las empresas de entretenimiento siguen adaptándose a estas nuevas realidades, será interesante observar cómo este acuerdo impactará en la relación entre los organizadores de eventos y su público.
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