Los abuelitos dicen que no se han muerto de COVID, pero sí de hambre, pues no pueden trabajar como antes de la pandemia.
Se estima que uso 35 mil adultos mayores se desempeñaban como ‘cerillitos’ en los supermercados, pero debido a la pandemia son población de riesgo y ya no pueden trabajar ahí. Sin embargo, estos abuelitos buscan sobrevivir.
En México, a los empacadores se le conoce a los empacadores como “cerillitos” porque antes esa labor la desempeñaban adolescentes uniformados con mandil y una gorra roja, asemejándose a los fósforos.
Han pasado 10 meses en los que no han podido fungir como empacadores en tiendas de autoservicio, en donde ayudaban a los clientes a guardar sus comprar en bolsas a cambio de unas monedas.
Pero la necesidad es mayor, así que un grupo de abuelitos decidieron salir a las calles de la Ciudad de México a pedir limosna.
“Nos quedamos en casa, no nos morimos de COVID, pero nos morimos de hambre”, dijo doña Isabel Buch a Telediario.
“Hay mucha gente muy linda y otros que nos desprecian, nos humillan. Pero bueno, nosotros qué quisiéramos no estar aquí, pero la necesidad nos obliga. Yo nunca imaginé llegar a esta situación”, dijo la señora.
De pasar entre los automovilistas “podemos sacar 60, 80 pesos. Cuando me va muy bien, 120 pesos me he llevado”, dijo doña Isabel, quien ya vendió su refrigerador, su televisión y su microondas para sobrevivir.
“Los pocos ahorros que ya tenía, caminaron. Nos vemos en la necesidad de salir a botear porque es muy difícil que nos den trabajo”, dijo don Francisco Franco.
Don Rafael Fabián Ruedas lamenta que por su edad ya no lo contratan en ningún lado. “Uno llega a la edad adulta y parecería que es uno desechable, ya no le dan trabajo. Los adultos todavía existimos, muchos requerimos trabajo”.
Don Jorge se las ha visto negras, pues a sus 74 años trabajaba como ‘cerillito’ en un supermercado, pero debido a la pandemia ya no pudo laborar.
Así podía reunir unos 600 pesos cada semana, pero debido a su edad, no les permiten seguir, por lo que se fue a la terminal de autobuses de Toluca para hacer mandados.
Sin embargo, con el cierre de los negocios a causa del semáforo rojo, ya ni siquiera puede hacer mandados. Don Jorge Moreno Ávila vive solo y debe pagar renta.
Lo peor es que alguien le sacó la cartera de su ropa y perdió todos sus ahorros, unos 3 mil pesos, con los que iba a pagar su renta.
Te podría interesar:
Paty Navidad no se vacunará y recomienda un té de guayaba para curarse de COVID-19
Así es padecer COVID-19… Las experiencias de famosos que dieron positivo
Esta nota contiene información de varias fuentes en cooperación con dichos medios de comunicación.