La Ruta Colonial de Panamá: Patrimonio Mundial
La histórica ruta colonial de Panamá, que alguna vez fue el eje por el que transitaron en mulas y botes las valiosas riquezas de América, ha sido declarada Patrimonio Mundial por la Unesco. Esta ruta, que fue precursora del canal interoceánico, jugó un papel crucial en el comercio internacional entre los siglos XVI y XIX. Durante este periodo, el Imperio Español utilizó una compleja red de caminos y ríos para movilizar productos desde Asia y América hacia Europa.
Desde territorios que hoy corresponden a Perú y Bolivia, los españoles llevaban oro y plata, mientras que de Filipinas llegaban especias, porcelanas y telas. Para salvaguardar estas preciadas cargas, se levantaron fortificaciones a lo largo del trayecto. Según el historiador Celestino Araúz, la ruta de Panamá era “importantísima” para el comercio global, permitiendo a la corona española abastecer a sus colonias con productos europeos y obtener insumos americanos para la industria en España y el resto de Europa.
Estrategia y Comercio
La Ruta Transístmica Colonial abarca importantes sitios tanto en la costa pacífica, como las ruinas de la primera capital y el Casco Antiguo de la actual Ciudad de Panamá, así como en el Caribe, donde se hallan las fortificaciones de Portobelo y el fuerte de San Lorenzo. Estas rutas permitieron que alrededor del 60% de la producción de plata sudamericana fluyera hacia España, facilitando también el transporte de mercancías y personas a través de la parte más angosta del continente americano, enlazando actualmente 23 países.
Además de su importancia comercial, la ruta también fue escenario de ataques de piratas, como el británico Francis Drake, quien encontró su final en Portobelo, y Henry Morgan, célebre por quemar la primera ciudad capitalina.
Un Legado Duradero
Desde el siglo XVI, bajo la instrucción del rey español Carlos I, se exploró la posibilidad de un canal que uniera ambos océanos, y la ruta transístmica se considera el precursor del canal interoceánico inaugurado en 1914. Este sistema de transporte colonial no solo fue vital para el comercio, sino también para el tráfico de esclavos y el intercambio de productos de Oriente, crucial para el comercio del Imperio Español, que tenía posesiones en Filipinas.
Hoy en día, el Casco Antiguo de Panamá sigue cautivando a turistas de diferentes partes del mundo. Recientemente, un visitante británico resaltó la belleza de la arquitectura colonial de la ciudad, apreciando la mezcla de historia y modernidad que caracteriza al área.
A medida que los panameños buscan ampliar el reconocimiento de su rica historia, la Ruta Colonial ofrece un tesoro de oportunidades para mostrar al mundo las diversas facetas del legado cultural y comercial del país.
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