Ricardo Salinas Pliego, reconocido empresario mexicano y presidente de Grupo Salinas, se ha visto envuelto en un fuerte cruce de declaraciones con Claudia Sheinbaum Pardo, la presidenta de México. Este conflicto surgió a raíz de la reacción de la mandataria ante las acusaciones de misoginia y machismo que pesaban sobre Salinas Pliego, dirigidas hacia tres periodistas: Sabina Berman, Denise Dresser y Vanessa Romero.
En sus redes sociales, el fundador de Elektra lanzó una serie de comentarios donde insinúa que las periodistas actúan en beneficio del gobierno de Sheinbaum, lo que no pasó desapercibido para la presidenta. En una rueda de prensa, Sheinbaum no tardó en responder a Salinas Pliego y lo acusó de deber una suma considerable de 74 mil millones de pesos al fisco mexicano. “Toda mi solidaridad a Sabina, Vanessa e incluso Denise Dresser… no se puede llamar a una mujer de la manera en que esta persona se dirige. Una misoginia, un machismo, terrible”, afirmó la presidenta, subrayando que estos adeudos fiscales, que remontan desde 2008, no han tenido resolución.
Desde su perspectiva, Salinas Pliego se sintió obligado a responder, enfatizando que no es la primera vez que su figura es utilizada como “distractor” por el gobierno. En su crítica, reafirmó que las tres periodistas están supuestamente financiadas por el gobierno y se dedican a difamarlo. A través de su mensaje, planteó varias preguntas a Sheinbaum respecto a las calificaciones que recibe públicamente, sugiriendo que se le tacha injustamente de “oligarca” y “delincuente” sin pruebas, mientras el gobierno exige evidencia a quienes critican a administraciones anteriores.
Además, Salinas Pliego exigió aclaraciones sobre el uso político de la justicia, preguntando: “¿Es justo que, desde el Ejecutivo, se dé línea a la Suprema Corte para que se me persiga por consigna política?” También cuestionó si debía tolerar abusos de poder y linchamientos públicos por ser hombre.
Al concluir su argumentación, el empresario llamó a Sheinbaum a enfocarse en los problemas reales del país en lugar de dedicarse a lo que él denomina campañas de odio. Resaltó la necesidad de perseguir a los ciudadanos que generan empleo y cumplen con sus deberes fiscales en vez de ser blanco de ataques constantes.
Este episodio refleja la tensión existente en la política mexicana y cómo los conflictos entre figuras públicas pueden provocar un debate intenso sobre la libertad de expresión, la política y el papel de los medios de comunicación. Esta situación, que data de julio de 2025, continúa generando interés en un entorno donde las críticas y defensas se entrelazan en un complejo entramado de poder e influencia.
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