La gestión del Gran Premio de la Ciudad de México ha alcanzado un hito significativo al registrar una asistencia total de 404,958 personas en el Autódromo. Este evento no solo destaca por su afluencia, sino también por su compromiso con la sostenibilidad, estableciendo un objetivo claro y medible para reducir la huella de carbono y maximizar el impacto social positivo. A partir de 2024, se ha iniciado una medición a largo plazo, que se proyecta hasta 2028, alineada con el ciclo actual del contrato con la Fórmula 1.
Sandra Castañeda, subdirectora de sostenibilidad del evento, enfatiza que la sostenibilidad no es una nueva adición a la operación, sino un cambio de mentalidad que debe permear cada decisión organizativa. Con 24 carreras en el calendario de la F1 para 2025, México se posiciona como un referente local, sin comparar sus esfuerzos con los de otros países como Singapur o Australia, cuyos marcos regulatorios son distintos.
El primer informe de sostenibilidad para 2024 revela acciones concretas como el reciclaje de materiales, la optimización en el uso del agua, la redistribución de alimentos y programas educativos. Esta estrategia ha sido reconocida con la primera estrella de la FIA Environmental Accreditation, marcando un paso importante hacia una celebración más ecológica y responsable.
Castañeda destaca que abordar la sostenibilidad es un reto que involucra varios aspectos, como la gestión energética, el manejo de residuos y la movilidad, áreas en las que se están enfocando esfuerzos significativos. La revisión de la huella de carbono ha marcado el inicio de un proceso que buscará una evolución continua.
Las acciones sostenibles del Gran Premio comienzan a tomar forma desde que Liberty Media adoptó su estrategia 2030 en 2019, lo que ha permitido desarrollar medidas que se adaptan con el tiempo. La organización ha puesto especial énfasis en la gestión de residuos, logrando avances significativos en el reciclaje.
El enfoque de sostenibilidad se articula en tres pilares fundamentales: bienestar, net zero (cero emisiones) y circularidad. En el ámbito de bienestar, las iniciativas incluyen la formación de la “México GP Academy”, la inclusión de jóvenes en experiencias del evento y la promoción de hábitos saludables. La atención se presta tanto a los asistentes como a los grupos vulnerables y las comunidades locales.
El componente de cero emisiones tiene como objetivo medir, reducir y compensar las emisiones de gases de efecto invernadero. Asimismo, la circularidad se orienta a convertir el evento en un referente en sostenibilidad, buscando disminuir residuos y fomentar prácticas de reciclaje.
Entre los logros destacados se encuentran el uso de 88 unidades de transporte público ecoeficientes, que facilitaron el traslado de 7,688 personas, lo que contribuyó a reducir las emisiones de CO2. En el ámbito del reciclaje, se lograron reciclar 43.9 toneladas de desechos inorgánicos, abarcando materiales como cartón, plástico y vidrio, y se implementaron estaciones de reciclaje para el público.
Además, se introdujo el uso de boletos digitales, lo que permitió una notable reducción en el consumo de papel, demostrando que pequeñas acciones pueden tener un gran impacto.
Este esfuerzo hacia la sostenibilidad en el Gran Premio de la Ciudad de México representa un camino proactivo y medido hacia un evento que no solo entretiene, sino que también se compromete a generar un efecto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Con esta visión, el evento busca establecer un modelo a seguir para futuros grandes espectáculos en informacion.center.
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