La construcción del Sistema Nacional de Cuidados en México representa un desafío que trasciende la mera creación de infraestructura y servicios. En un reciente análisis durante la Semana Nacional de la Seguridad Social, expertos como Adriana Oseguera Gamba, directora para el Sistema Nacional y Progresivo de Cuidados del DIF Nacional, y Gracia Alfonsina Morales Alzaga, directora de Política de Cuidado en la Secretaría de las Mujeres, enfatizaron que es imperativo llevar a cabo una transformación cultural profunda para fomentar la importancia del cuidado en la sociedad.
Oseguera Gamba subrayó que, aunque las reformas legales y la provisión de servicios son fundamentales, estos esfuerzos serán insuficientes sin un avance paralelo en la percepción pública sobre las responsabilidades de los cuidados. La redistribución equitativa de estas responsabilidades es esencial para desmantelar los estereotipos de género que actualmente perpetúan desigualdades en la carga de trabajo de cuidados, que recae desproporcionadamente en las mujeres, tanto en los hogares como en el ámbito laboral.
En este contexto, se está desarrollando una estrategia cultural que busca visibilizar y poner el tema de los cuidados en la agenda pública. Esta estrategia incluirá actividades que cambien la narrativa en torno al cuidado, evidenciando que es una responsabilidad compartida que debe involucrar a todos los miembros de la sociedad. Entre las iniciativas propuestas se encuentran campañas de concientización como “hombres al cuidado”, que alientan a los hombres a involucrarse activamente en el cuidado de niños y ancianos, contribuyendo así a una visión más equitativa.
Además, el ámbito educativo jugará un papel crucial en esta transformación. Se propone que los planes de estudio integren ejemplos de padres e hijos participando activamente en los cuidados, desvinculando la idea de que esta labor recae únicamente en las mujeres. Este enfoque busca no solo normalizar el rol de los hombres como cuidadores, sino también proporcionar un marco pedagógico que valore el cuidado como una habilidad aprendida y esencial para el bienestar social.
En términos de implementación, Alfonsina Morales Alzaga destacó la importancia de una mesa intersectorial que incluirá a sindicatos, organizaciones de la sociedad civil y otros colectivos. La colaboración entre diversas entidades fortalecerá la coordinación intergubernamental necesaria para abordar el sistema desde una perspectiva integral, reconociendo que la política pública se manifiesta más eficazmente a nivel estatal y municipal.
Finalmente, el objetivo no es únicamente la creación de un sistema de cuidados mediante condiciones y servicios, sino la construcción de una sociedad que valore y practique el cuidado como parte integral de la vida cotidiana. Este enfoque reconoce la interdependencia de la sociedad, enfatizando que el cuidado va más allá de atender a las poblaciones vulnerables, abarcando un compromiso colectivo.
Con este marco de referencia, se vislumbra un camino hacia una sociedad de cuidados que no solo atiende las necesidades actuales, sino que se basa en valores de equidad y corresponsabilidad, vitales para el desarrollo social.
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