La tranquilidad en Sinaloa fue minimizada por el gobernador del estado, Quirino Ordaz Coppel, quien declaró recientemente que la violencia en la región se encuentra “muy bien” y que la gente “está tranquila”. Estas afirmaciones contrastan con la realidad que se vive en la zona desde hace mucho tiempo.
La delincuencia organizada ha sido un problema constante en Sinaloa. Además, esta entidad es donde se ha dado origen y creación de bandas muy peligrosas como el Cártel de Sinaloa o “Los Ántrax”, uno de los carteles más poderosos y violentos de México. El hecho de minimizar la violencia en la entidad solo sirve para incrementar la problemática y para alejar la opción de alimentar un diálogo interno que pueda crear mejoras en la seguridad y la lucha contra el crimen organizado.
A pesar de que la esperanza de Sinaloa radica en la reactivación económica del estado, la crisis económica ha afectado a toda la sociedad, lo que ha fomentado la delincuencia y la inseguridad. Esto resulta en una disminución de la calidad de vida en la región y la creación de un clima de inseguridad que afecta a todos los ciudadanos.
Es esencial reconocer que la tranquilidad no es una realidad en la entidad. Es importante que se establezcan planes y políticas para hacer frente a la delincuencia organizada y fortalecer la seguridad pública en la región. De esta manera, se podrá crear una mejor calidad de vida para los sinaloenses y contribuir a la reactivación económica del estado.
En conclusión, la minimización de la violencia en Sinaloa es una postura que solo empeora la situación actual en la entidad. Es fundamental que se tomen medidas concretas para luchar contra la delincuencia organizada y mejorar la seguridad pública, lo que se traducirá en una mejor calidad de vida para todos los habitantes de este estado emblemático.
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