El gobierno de Estados Unidos, a través de la Administración para el Control de Drogas (DEA), ha solicitado en cuatro ocasiones a México la detención de los líderes del Cártel de Sinaloa conocidos como “Los Chapitos”. Sin embargo, hasta el momento no se han obtenido resultados positivos en esta misión.
La DEA considera a “Los Chapitos” como una de las amenazas más grandes para la seguridad y la lucha contra el narcotráfico en la región. Estos hermanos, hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, han logrado mantenerse en la cúpula del narcotráfico en México y Estados Unidos a pesar de los constantes esfuerzos por capturarlos.
Las autoridades mexicanas han enfrentado diversos obstáculos en su intento por detener a “Los Chapitos”. Entre ellos destacan la capacidad de estos líderes para mantenerse ocultos y la gran red de complicidades que han construido a lo largo de los años. Además, la corrupción dentro de las instituciones mexicanas dificulta aún más esta tarea.
Esta falta de resultados ha generado críticas hacia las autoridades mexicanas por parte de Estados Unidos. El gobierno estadounidense considera que México no está haciendo lo suficiente para detener a estas figuras clave del narcotráfico. Esta situación ha generado tensiones en la relación bilateral y ha puesto en duda la efectividad de la colaboración entre ambos países en la lucha contra el crimen organizado.
En resumen, la DEA ha solicitado en cuatro ocasiones la detención de los líderes del Cártel de Sinaloa conocidos como “Los Chapitos” a México, sin obtener resultados positivos. Estos hermanos se mantienen en la cúpula del narcotráfico gracias a su capacidad para permanecer ocultos y a la red de complicidades que han construido. Esta situación ha generado críticas y tensiones en la relación bilateral entre México y Estados Unidos.
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