La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, presentará su candidatura a presidir el PP de Madrid cuando se convoque el próximo congreso regional del partido, según fuentes de su confianza. La formación conservadora aún no ha designado fecha para un cónclave clave para sus equilibrios de poder internos. Controlar la poderosa organización madrileña es de vital importancia en un partido que elige a su presidente nacional a través de primarias.
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La presidencia del PP de Madrid lleva vacante desde 2018, cuando Cristina Cifuentes dimitió por el escándalo del caso Máster. Desde entonces ha estado presidido interinamente por Pío García-Escudero, el expresidente del Senado, y ha contado con Ana Camíns como secretaria general. La designación de esta diputada para ese cargo refleja la importancia de controlar la organización autonómica: cuenta con la total confianza de Pablo Casado, el líder nacional. Y el entorno de Casado, precisamente, es el que ha tardado más en mostrar su apoyo a que Díaz Ayuso se presente a la presidencia del PP de Madrid.
Así, la dirección de Génova especuló durante meses con la posibilidad de lanzar a Camins como aspirante, amparándose en que ha logrado reactivar a una organización deprimida por los escándalos de corrupción y la dimisión de Cifuentes. José Luis Martínez-Almeida, que es el número tres del partido, además de alcalde de Madrid, dejó claro que él apuesta por la bicefalia, abogando por un líder que trabaje a tiempo completo en el partido. Y solo tras largas semanas de silencio, ya en junio de este año, Teodoro García-Egea, el secretario general del PP, se pronunció con claridad: “total apoyo” a la aspirante, dijo.
Todo apunta a que el congreso del PP de Madrid será convocado en el primer semestre de 2022. A él llegará Díaz Ayuso como máxima favorita, si es que llega a tener rivales. Su triunfo en las elecciones autonómicas del 4-M fue inmediatamente interpretado por su equipo como la señal de que había llegado el momento de que diera el paso de ganar poder interno. Y eso no es poca cosa.
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El expresidente Mariano Rajoy lo sabe bien. Cuando Esperanza Aguirre unió la presidencia regional y la del PP de Madrid se convirtió en un contrapoder interno que dificultó su día a día. Incluso amagó con disputarle el liderazgo nacional en 2008. El PP de Madrid y el Nacional hacen algo más que compartir sede en la región: dependiendo de la época, se miran de reojo.
Casado sabe que eso no es cosa menor. Además del decisivo apoyo de los compromisarios de María Dolores del Cospedal, si algo explica su sorpresiva llegada a la presidencia del PP en las elecciones internas de 2018 es el apoyo que logró generar en la poderosa organización madrileña. Un dato resume el peso específico de la estructura regional en el conjunto del partido: el PP lleva gobernando Madrid ininterrumpidamente desde 1995, y ganó todas las elecciones autonómicas entre 1991 y 2019. Eso es lo que aspira a presidir Díaz Ayuso: la clave de bóveda del poder territorial e institucional del PP.
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